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El recorrido del perfume a través de los milenios: V

Una vez pasada esa etapa semioscura que duró más de 7 siglos, hoy llamada la Edad Media, pasamos con un gran esplendor a una explosión de “Renacimiento” de las grandes épocas griegas y romanas (de ahí el nombre a ese período) de todas las ciencias, costumbres, desarrollo, pensamientos, filosofía y forma de vivir, que empieza coloreando Italia y consigue llegar a toda Europa sumando el descubrimiento del nuevo mundo, mezclando los ingredientes, conocimientos y recetas perfectas para empezar dejando esa austeridad y falta de interés atrás, para empezar a recuperar viejas costumbres ahora muy mejoradas con las nuevas innovaciones químicas y descubrimiento de materias primas en los que la fabricación de lo que hoy llamamos perfume, forjó sus bases en este periodo.

La mejora de la introducción de la vainilla, el cacao, unido a las viejas materias orientales llegadas de países como Egipto, Babilonia, China que se fueron consolidando en este periodo que comienza en el siglo XV, unido a un retorno por la excelencia en la expresión en todos los campos hizo que retornara el concepto de una moda, imagen y estilo personal que había estado oculto durante demasiado tiempo. Dejando atrás las esencias, bálsamos y recetas básicas a empezar a destilar, fusionar más ingredientes y elaborar más mezclas con el objetivo de diferenciarse cada vez más del resto de personas, marcando una característica personal que perdura hasta hoy.

Es en la época del Renacimiento, concretamente en el año 1555, cuando aparece el primer tratado de perfumería en Europa bajo el nombre de Los secretos notabilísimos del arte de los perfumes. Escrito por Rossetti, el texto detalla cuantiosa información sobre el arte del perfume en Italia, país que se afianzó como base perfumera de Occidente, con la ciudad de Florencia como eje capital.

De hecho, los perfumistas italianos eran reclamados en toda Europa y llegaron incluso a la corte francesa, de la mano de la reina Catalina de Médicis, esposa del Rey Francés Enrique II. Cuando la noble Italiana llegó a París para vivir con su marido, no dudó en llevar consigo a todo su séquito de perfumistas, quienes no tardaron mucho en convertirse en los creadores de perfumes de la élite francesa.

Pero esa es otra historia que contaremos en otro episodio de nuestra historia milenaria del perfume…

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